En la lluvia

(Imagen de la red)

(Imagen de la red)

Para mí, cada ciudad tiene una esencia y por su puesto un olor único, es fácil identificarlo cuando regresas después de cierto tiempo.

La ciudad donde nací emana un aroma particularmente hermoso durante la temporada de lluvias (los meses de verano). Es una combinación de tierra mojada y hojas verdes que se lleva el calor y nos deja una humedad fresca, reconfortante. Quienes han estado en climas tropicales sabrán que la manera de llover es fuerte, intensa, del tipo que   borra   los naufragios de la mente, esos  aguaceros que se llevan la ansiedad…   Así llueve aquí…  densidad, relámpagos, cielo que gruñe… y a pesar de sus formas tormentosas a mí me calma… Y no sólo la lluvia… el agua en general; es mi elemento… y así, cuando me dejo fluir por sus encantos me siento en armonía.

Hace unos días mi sobrino se encontraba en el patio de su casa mientras yo, que estaba de visita, cortaba  limones de uno de los árboles. Él jugaba en una alberquita   de plástico de buen tamaño. Cuando me acerqué me vació un balde de agua  que tenía preparado y escondido para sorprenderme.  Grité  porque no lo esperaba y segundos más tardes comencé a reír junto a él que se carcajeaba. Me quité sólo los zapatos y me  metí a la pequeña piscina con él. Estuvimos jugando y yo me sentí como niña; como aquellos veranos de mi infancia en los que mis hermanos y yo corríamos en los charcos, hacíamos guerra de globos con agua, castillos de lodo y corríamos  descalzos bajo los  aguaceros sin que las piedras nos enfadaran -lo pienso y casi percibo el aroma de la lluvia-

Ayer fui a correr por primera vez desde que llegué hace algunas semanas.  Me dirigí al parque grande de la ciudad y cuando llegué el agua hizo su aparición. Al principio pensé en regresar a casa… me voy a mojar los tenis que son nuevos…  hay mucho lodo… los audífonos se me pueden descomponer… me dará frío…  el suelo se pondrá  resbaloso con las hojas… mi ropa recién lavada... Pero fue más fuerte el instinto -no sé qué tipo de instinto-  que debatió  qué divertido qué chido hace cuánto no te bañas en la lluvia sería lindo correr en ... y así aun antes de decidir quedarme o no mis piernas ya habían tomado su propia carrera.

Mis pulmones se inundaron de aroma a eucalipto mojado mientras las gotas gordodotas caían sobre mi espalda. El frío del agua contrastaba el calor de mi cuerpo- Calidez. Una sensación familiar pero recreada… tal vez más intensa pues estaba consciente de ese momento, del presente, del sentir, de mi pensamiento  y del milagro de la naturaleza que mi alrededor se abría paso. Yo veía los árboles menearse en el viento y no sentía el más mínimo miedo de que un rayo se interpusiera en mi camino. Me sentía protegida de alguna manera.  Sentí un placer casi primitivo… como si todo mi ser se liberara en emociones y en sensaciones físicas los charquitos salpican mis pies en cada salto el agua golpetea mi rostro yo lo alzo para recibirla como parte de mí me  vierte me hace líquido  hasta la tierra de la que soy parte me vuelvo eucalipto, suelo, flor, hojas, sonrío a la persona que viene en dirección contraria corre también nos miramos en complicidad porque también lo está viviendo me conecto con esa persona  con el  universo  me siento libre más libre aun. No hubo cansancio. Sólo euforia.

Cuando terminé estaba empapada en una mezcla de agua, sudor y lodo pero no tenía ningún nerviosismo  por limpiarme. Con calma entré al coche que ya me hizo contraste con el espíritu natural en el que minutos antes me encontraba. No importa. Llegué a casa y aún llovía. Desde la ducha seguí escuchando los hilos que escurrían entre las paredes externas.  Serenidad.

Aunado a la experiencia de ayer reflexioné  que  no importa  el lugar donde me encuentre… no importa qué tan «monótona» pueda ser esta ciudad…  lo esencial está en todas partes, mientras sepa vivirlo plenamente, con los sentidos dispuestos, con la curiosidad por vivir y revivir vivencias;  siempre serán diferentes, en cualquier rincón de este mundo  hay mucho, mucho por conocer, descubrir,  hacer, por disfrutar.

Hoy, 24 horas después, llueve, como suele suceder en las tardes de verano.  La lluvia acompaña este momento en el que  escribo con estas ganas de platicarles lo de ayer. Y todo se siente bien. Y todo está bien.

Un abrazo lleno de lluvia cálida tropical.

Hechizo de Marco Polo

Hace  tiempo, a finales del año pasado vi  una película que me conmovió particularmente: The secret life of Walter Mitty (2013). No es que sea un filme tan bueno o especial  pero a mí siempre me han movido las historias con un viaje como columna vertebral y éste no fue la excepción.  Los días posteriores me estuve preguntando en qué momento dejé de viajar como deseaba hacerlo;  por qué permití que un caparazón  se formara a mi alrededor para protegerme de mis emociones; por qué no tomaba el valor para  salir de mi cuarto, para dejar mi mesita, e ir a   descubrir  sentires y lugares con mis ojos y manos como antes hacía.  Entonces me decidí. Rescaté  las alas que tenía dormidas en el armario de los recuerdos, la motivación, la ilusión y la capacidad de sorprenderme. Desempolvé la maleta, tomé mi pasaporte,  mi laptop  y me fui.

Hice un gran esfuerzo para moverme entre las multitudes, para  no lavarme las manos constantemente, para sentarme en lugares  de dudosa higiene en el transporte público. Fue muy sanador. Conforme pasaron los días noté una mejoría tremenda en mi estado emocional e incluso me sentí más fuerte físicamente.  Tomé la ruta del amor y del arte, y, del amor al arte… en especial a la pintura, que tanto amo.  Y ahí estuvo él…  y fue hermoso. Y ahí estaba la belleza… y fue hermoso.

Conocí ciudades nuevas, las descubrí, o mejor dicho, dejé que se presentaran ante mí como un regalo abierto, vivo. Me sentí bajó el hechizo de Marco Polo nuevamente… viajera nuevamente… motivada nuevamente… como cuando era chica y quería conocer el mundo.

Vi en vivo  muchos de los cuadros que alguna vez miré en libros de pintura… y fue indescriptible lo que sentí…  alimento puro para mi ánimo, no necesité más después de ver esas obras de Picasso, Van Gogh, Monet, El Greco, Edward Hopper, Caravaggio, Botticcelli, Franz Marc,   Mirò, Pollock, y tantos, tantos otros artistas de mis sueños.

Visité algunos de los museos en los que siempre quise estar y la experiencia fue intensa y abrumadora. Abrumadora como cuando algo es «demasiado», es decir que te provoca una emoción tras otra y  es tan fuerte que necesitas un respiro… yo necesité días para asimilar todo lo que vi, toda esa belleza en mis ojos… estos ojos que no pueden contener tanto… tanto sentimiento, tanto color, esos trazos, esas pinceladas eufóricas… ah… sólo de recordarlo… si cierro los ojos puedo ver los colores vivos en esos cuadros de Mattisse… las pinceladas blancas, ansiosas de Van Gogh…

Luego  regresé a mi ciudad natal, donde mi familia me esperaba y me extrañaba. Ha pasado poco más de una semana de mi llegada y aún siento el efecto post-viaje… Los primeros días sentí un sueño y cansancio profundos, un desacelere casi irritante de la  emoción, un lento apagado del entusiasmo… pero está bien… tal vez no se pueda vivir en constante estado de euforia. Es necesario serenar los sentidos, descansar el pensamiento…  Pero en realidad mi pensamiento no se cansa con facilidad jejejeje… tiene gran vitalidad y se ha inspirado… ayer por la noche mi padre veía una serie sobre Marco Polo y yo por casualidad pasé por ahí. Me quedé viéndola a su lado.    Y pensé en dicho personaje, en sus recorridos, en aquellos tiempos donde viajar era una tremenda aventura… me sentí bien de tener mis propias travesías, que aunque sencillas y aparentemente simples para mí representan mucho, y han sido  importantes en mi aprendizaje de la vida, del mundo y de mí misma…

Y aquí estoy otra vez… tranquila, con ganas de escribir, de leer, de leerlos a ustedes…  con ganas de estar junto a  los míos y disfrutar de este lugar aunque no tenga esos cuadros que amo, aunque no me sea  tan  sorprendente como todo eso que vi… la quiero como es y la voy a disfrutar mientras en ella  esté… tal vez hoy la diferencia respecto a otros regresos a esta ciudad sea que siento mis alas más grandes, más fuertes, más abiertas que nunca… y no pienso meterlas de nuevo en el armario…

Es por eso que no había escrito, no  como antes… estaba ahí afuera viviendo… sintiendo… amando… llorando… riendo… volando…  Estoy de vuelta, aunque no sé por cuánto tiempo. Durante mi viaje deseé muchas veces compartirles lo que estaba sucediendo en mi vida…  no pude hacerlo por varios motivos… pero este post, esta entrada  es una manera de decirles que no dejé de sentirme parte de este mundo, nuestro mundo  de letras, que recreo   con ustedes con profundo cariño…

Y bueno, les  comparto algunas imágenes. Con el corazón.

Chagall

Chagall

Ciudad de las artes

La ciudad de las artes en un día nublado y de viento

Edwar Hopper

Edward Hopper

Jean-Michel Basquiat

Jean-Michel Basquiat

Klimt

Klimt

Lago de Garda

Lago de Garda

Monet

Monet

Picasso

Picasso

Río Hudson

Río Hudson

Van Gogh

Van Gogh

Hola

No sé exactamente cuánto ha pasado desde la última vez que escribí algo. Eran días de tormenta… más que tormenta  de tornado… huracán… Todo comenzó  con un viaje que me provocó un remolino de emociones,   algo que sacudió mi calma y mis «ideas claras», que me llenó de dudas, incertidumbre y miedo… ese miedo que te deja inmóvil sin poder decidir absolutamente nada… curiosamente a pesar de la intensidad de lo que se movía en mi interior las letras en mí en enmudecieron hasta caer en coma… un coma poético  del que apenas logro levantarme… hace un par de días, con la visita de un viejo amigo, con sus palabras, su mensaje… que me hizo comprender que para salir del miedo necesito moverme, sólo moverme… hacia algún lugar… cualquiera… Y eso haré… a pesar de todas mis interrogantes intentaré dar los primeros pasos… y permitiré que lo demás fluya como sé que puede fluir…

Me abruma ver cómo las cosas han seguido su rumbo mientras yo estuve paralizada… me hubiera gustado leer todas esas entradas que ustedes han estado escribiendo… lamento  no haberlo hecho porque los echo de menos… porque siento  que me perdí de algo lindo, algo importante…  sin embargo estoy contenta de estar de vuelta y aunque mis letras aun no vuelan como quisiera  puedo al menos retomar el ritmo de mis lecturas y estar más cerca de ustedes…

En fin… desde donde estoy  hasta donde estén reciban mi cariño y mis abrazos cálidos, como siempre.

Magia del nuevo año…

Cuando era muy joven deseaba viajar.  Durante varios años  en la víspera de año nuevo, a las doce en punto  hacía el «ritual» de las maletas: salir y entrar por la puerta varias veces…. yo creo que sí funcionó (jejeje) pues   he viajado más de lo que  imaginé.  Luego, por mucho tiempo, dejé de hacer «rituales» y llegó a mi una cierta indiferencia al año nuevo. Hace 2 años mi amiga Marcella me invitó  a una reunión  entre amigos para hacer vision boards (cuadros  de visualización). Yo fui para pasar un rato chido y participar en lo que Marce organizó con tanta ilusión  pero la verdad estaba muy incrédula en eso de los vision boards… En fin… me dejé guiar por las instrucciones que mi amiga nos dio y plasmé en una gran cartulina  imágenes que reflejaran lo que yo deseaba para el año nuevo apenas iniciado. En realidad fue muy divertido, me sentí como niña cortando imágenes de revistas y pegándolas, dibujando, escribiendo palabras importantes, etc… La onda era colocar el cuadro en un lugar donde lo estuviera viendo todos los días…

No voy a decir que todo se cumplió pero curiosamente la gran mayoría de mis «deseos»  se hicieron realidad… pudo ser mera coincidencia pero el hecho es que meses más tarde yo ya estaba yendo a correr (como lo había visualizado),  tenía bicicleta  y escribía (este blog) …  (si… mis deseos eran bien sencillos, jejeje)… Al inicio del 2014 no hice el cuadro de visualización pero si realicé algunas afirmaciones poderosas respecto a  ciertas  situaciones en mi vida…  y a pesar de los altibajos estoy agradecida por las bendiciones de este año.

Si supieras que el año nuevo te brinda «regalo(s)»,  ¿qué le pedirías? ¿qué desearías para los siguientes 12 meses?… si hubiera la posibilidad de que esos rituales  fueran efectivos, ¿los harías? ¿te pondrías calzones amarillos (para el dinero), comerías las uvas, te vestirías de rojo para el amor, de verde para la salud,  saldrías con las maletas ??

Sinceramente yo tengo mucha ilusión por lo que viene… quiero creer que siguiendo esas  creencias  moveré los hilos del universo para que llegue a mi vida eso que «deseo», y no estoy hablando de algo  que quiero caprichosamente sino de eso que mi corazón, mi espíritu -no sé- necesita…  Tal vez sea algo psicológico, quizá todo tenga una explicación científica pero yo quiero pensar que es algo más… que sí  hay cierta magia que se genera a las 12 de la noche del 31 de Diciembre… que es importante iniciar el año con una actitud de agradecimiento, de amor y con los brazos abiertos para recibir lo que Dios está por brindarnos… Quiero creer que cada 1 de enero es una oportunidad para comenzar de nuevo, dejar atrás el pasado, perdonarlo, agradecerlo,  olvidarlo, y bendecirse con una vibra  fresca, renovada.

Y en realidad no tengo planes específicos, deseo también dejarme llevar por el viento… pero si sé qué emociones  y qué sentimientos deseo para mi vida, eso lo tengo muy claro… así que por lo pronto el próximo miércoles  en la noche me pondré muy linda, con un vestido rojo que elegí para la ocasión… abrazaré a todos los familiares y amigos que se encuentren a mi alrededor,  afirmaré eso que me es importante,  manifestaré un par de deseos y confiaré en que ese poder supremo me ayudará  a lograrlo…

Anticipadamente les deseo un feliz año nuevo. Que las necesidades de su corazón, salud, abundancia y otras bendiciones les sean regaladas por el  2015.

…  Y de mi parte un abrazo cálido y las gracias por estar presentes virtual y afectivamente en mi vida.

Hoy sublimo a través del sentir de otros diciendo

Que pueda contar contigo como sabes que conmigo siempre, que no cuente la suerte, no, sólo el destino que nos presentó (E. Bunbury)… de qué tienes miedo, a reír y a llorar luego,  a romper el hielo  que recubre tu silencio (Jarabe de Palo)… parece que el miedo ha conquistado tus ojos negros profundos y templados… panteras son vigilan mi destierro me he condenado y en ellos yo me encierro (M. Bosé)… you got your guard up behind a pretty smile you hide, how can you see, you’re in between you and I (The Blue Jackets)… un passo indietro ed ora tu non ridi più e tra le mani aria stringi e non trovi le parole  e ci riprovi ancora a muovermi il sole (Negramaro)…  There’s something in the air, something in my eye, I’ve danced with you too long (D. Bowie)… y  no me sonrojo si te digo que te quiero y que me dejes o te deje eso ya no me da miedo (Jarabe de Palo)… How  I wish, how I wish  you were here (P.Floyd)… I may be mad I may be blind I may be viciously unkind but I can still read what you’re thinking (A. Lennox)…. songs about happiness murmured in dreams  when we both us knew how the ending would  be (The Cure)… Y si te vas me voy por los tejados como un gato sin dueño (J. Sabina)… me voy yendo como el mar lento y salvaje como tú (Caifanes)…  ya ves  que aun siendo de tu noche el trovador le niegas a mi noche la ilusión (R. Cantoral)… and tell me, did Venus blow your mind, was it everything you wanted to find and did you miss me while you were looking for yourself out there (Train)…  compañero de viaje cuando las estrellas se apaguen tarde o temprano también vendrás tú (E. Bunbury)…  I don’t want the world to see me ‘cause I don’t think that they’d understand, when everything’s made to be broken I just want you to know who I am (Goo Goo Dolls)… and now I have finally seen the light and I have finally realized… (Muse)

Libro de deseos

Esferas

Muchas esferas, diversas, luminosas.  Tantas esferas como deseos…

Deseo… constantemente deseo… porque creo en la magia, en los milagros, en el poder del amor y de la fe  …  Quisiera también creer en Santa Claus… todavía… como cuando era niña y lo esperaba cada noche buena, pero ya no necesito creer en Santa… Hoy creo  en Dios… y ante él pongo mis deseos esta noche…  noche buena.. de luna sonriente… de familia, de cariños, noche de pavo -que cocinó mi hermano…  de ponche de frutas… de nostalgias… y alegrías… Deseo…

Deseo…

Una  cobija cálida en noches de frío

La sonrisa de un desconocido en medio de la multitud

Que nuestra  fe sea mayor que el  miedo

Que nuestra  fuerza sea mayor que el dolor

Que nuestra capacidad de perdonar sea más fuerte que el orgullo.

Que eso que hago y eso que digo  pueda hacerlo y pueda decirlo con amor

Comprender  lo que es real y lo que es un engaño de mi mente

Poder escapar de las trampas del ego

Hacer un pacto de amistad entre mi corazón, cuerpo y pensamiento

Seguir encontrando en el dar el camino hacia las bendiciones.

Alzar una oración poderosa por  mi amigo cuando éste olvide cómo hacerlo

y  que cuando  no me sienta capaz de orar  haya alguien que me enseñe de nuevo

Que el amor no se acabe, no se agote, no se debilite. Que surja, brote  como un manantial inagotable, multiplicándose, expandiéndose sin límites ni condiciones.

Que los buenos ganen, no sólo en las películas

Que sigamos componiendo el mundo en las charlas de desayuno con mis padres

Que pueda ver un día las fotos de mi sobrino recorriendo el mundo.

Que nunca llegue el día en que no tenga nada más que decir  y deje de escribir

Que si un día la indiferencia me hace perder las ganas de desear …  alguien me recuerde esto que escribo.

Esos son mis deseos… mis deseos de Navidad, que no son sólo míos,  no sólo para mi…

!!Feliz Navidad!!!  Una profunda y poderosa bendición para todos ustedes.

Este año…

Hace un año no deseaba festejar. Acababa de regresar de un largo largo viaje. Parecía que mi cuerpo y mi mente sentían el cansancio acumulado de  los últimos años  en los que una mezcla de amor, aromas, ciudades,  rostros, montañas rusas emocionales, abrazos,  adaptaciones, mudanzas, nostalgias, lugares nuevos… lugares añejos… hogares…despedidas… tantas despedidas  abrumaban mi sentir  conmocionado por el último adiós, aquél día, en aquel aeropuerto…  Me recuerdo en mi cuarto, llena de melancolía, lo único que se me antojaba era dormir…  Sin embargo me levanté y disfruté  serenamente el día junto a los míos.

En realidad han pasado sólo 12 meses pero parecieran más cuando me doy cuenta de todo lo que hice este periodo. No me refiero a actividades, hablo de lo que sucedió en mi interior… la manera en que poco a poco me fui sintiendo mejor y fui ganando la batalla contra esa otra Zuri que no era yo. No sé si me he recuperado por completo pero sé que cuando me miro al espejo me reconozco, sonrío, me gusta lo que veo.  Lo mejor de todo es  saber  qué es lo que sana, lo que me sana: el cariño y el amor de mi familia; la compañía de mis amigos; el arte, la música, las pequeñas actividades  tan simples pero tan motivadoras como correr, ver películas, andar en bicicleta, leer; escribir, escribir, escribir; la luna, el mar, la montaña,  la naturaleza; y, la fe… la fe que tengo en esa fuerza superior, y algo muy especial: la fe que tengo en mi y que voy recuperando cada día más, a pesar de los altibajos.

Así que… hoy me siento bien para decir con  convicción que dentro de unas horas será mi cumpleaños y quiero festejarlo. Hacía mucho que no sentía emoción por hacerlo… y mi manera de celebrar es muy simple:  se trata de un desayuno con mis padres… una mañana cocinando mi platillo favorito con mi mamá para la comida familiar -en mi honor- … y  una cena con amigos, los amigos que están aquí, en esta ciudad… Faltarán tantos que se encuentran en el mundo, lejos, cerca… en otros escenarios, otros climas… pero sinceramente no me importa la distancia, ni el tiempo que tenga sin verlos… lo que siento hoy va más allá de la presencia física… Por último lo festejo así, junto a ustedes, mis queridos amigos de letras, de poesía… a quienes tengo un cariño peculiar, quienes ya son parte de mi mundo…

Y bien, como regalo quiero abrazos,  chiqueos,  muchos chiqueos, besos, poesía… una pieza de blues con la voz de Nina Simone (bueno, esa ya la estoy escuchando en este momento)… una luna casi llena,  más de 35  (y menos de 40) velitas en el pastel… y… y  ya… todo lo demás está aquí, en mis brazos, en mi mente, en mi recuerdo, en mi sentir…

Dios nos bendiga.

¡¡Feliz cumpleaños a mi!!

Lo que quiero decir

Podría estar escribiendo detalles  sobre el altar de muertos que mi madre hace para mis abuelos cada año. Habría intentado describir el cariño con el que coloca cada objeto importante, las ofrendas, los adornos;  Platicaría  sobre la tradición de noche y día de muertos en Michoacán, de la primera vez que viví esa celebración en un panteón purepecha cuando era muy joven… evocaría esas imágenes, las velas, los  olores copal, flor de cempasuchil, incienso… Pero… borré sin querer el video del altar que había hecho para compartir con ustedes. El segundo y el tercer intento salieron desenfocados y con pésimo sonido…  estuve tratando de mejorar la calidad pero por una serie de circunstancias técnicas simplemente no se pudo…

Entonces me  saqué de onda, y ya ni siquiera escribí  ni mostré fotos…

Toda la semana estuve  sintiendo la necesidad de decir algo… muchas reflexiones sobre el  amor,  la concepción respecto   a la  muerte y la vida después de la muerte  (dada la celebración de noche de muertos)… pero todo  quedaba en sensaciones que iban y venían sin darme una idea clara de lo que quería expresar realmente …  así que lo dejé por la paz y me olvidé del asunto de postear algo estos días…

Y entonces… como suele sucederme cuando me desprendo de algo, ese algo llega…

Planeé hacer ese video y escribir una entrada chida acerca de la tradición en cuestión y por supuesto enfocarme en el hermoso altar que hizo mi mami, pero creo que me obstiné demasiado en hacer algo tal cual lo quería…  olvidé lo  que la vida me enseña una y otra vez: no puedes  controlar la corriente de un río, no debes esforzarte  demasiado cuando ves  que se presentan un montón de impedimentos, cuando eso sucede es mejor  preguntarme: ¿por qué me estoy esforzando demasiado?  y abrir los sentidos, pues quizá los reiterados obstáculos   traigan un mensaje especial que necesita ser descifrado.

Me parece que lo que vino  a mi fue  algo que ya sabía, eso  que sé,  pero que de repente olvido, o mejor dicho ignoro…  recordé  que  las cosas, como las situaciones, como los sentimientos, como la vida  no pueden forzarse… todo ello tiene que fluir de manera natural, para que dicho flujo pueda traer las bendiciones correspondientes…  No puedo presionar  el proceso creativo, tal como no se puede  forzar la amistad, el amor…

Y bien… había decidido  no escribir nada este fin de semana y   estaba bien,   sin embargo,  hace rato vi una película que me provocó el escalofrío que me recorre cuando algo me conmueve… es un estremecimiento previo a la lágrima emotiva y serena. Ok, la película en sí no es la gran cosa, pero si lo es el mensaje… se llama «The secret life of Walter Mitty»… a mi me llegó porque me identifiqué con aspectos como… el recordar quienes somos cuando lo olvidamos… el viajero, que para mi no es una actividad sino una actitud…  la importancia del recorrer el camino, más que llegar a la meta… el encuentro con uno mismo… y más…

En fin…  hubo una escena en la que el personaje místico de la película dice algo que cuando  escuché sentí la necesidad de compartir:

«Sometimes I don’t. If I like a moment, for me, personally, I don’t like to have the distraction of the camera. I just want to stay in it» (A veces, no sé… si me gusta un momento, para mi,  personalmente, no quiero tener la distracción de la cámara. Sólo quiero quedarme en él)…

Eso es lo que le dice Sean a Walter cuando haciendo a un lado su   cámara   decide  mirar  con sus propios ojos al felino (que ha estado intentado fotografiar);  Sean Penn  transmite muy bien la emoción del personaje a través de su mirada…

Ello fue  para mi el complemento del  aprendizaje  que he reforzado estos días:  no lo intentes demasiado… deja que  fluya… estás  aquí, ahora,  rodeada de tu  mundo…  el futuro sólo está en tu mente… déjalo libre… vive este momento. Me lo digo una y otra vez   pues es algo que aprendí y en lo  que creo.  Lo pongo aquí, en este espacio virtual,  porque para mi es  una bendición asimilarlo, aplicarlo y  compartirlo… con ustedes.

Y  bien. No quiero dejar de mostrarles la foto  del altar que mi madre y yo (ayudé un poquito)   hicimos este año para mis abuelos, ésta si sale bien. Si desean  preguntarme cualquier cosa sobre él  con mucho mucho gusto les platico.

Altar de muertos en honor de mis abuelos

Altar de muertos en honor de mis abuelos

Jaime Sabines

En días de tormenta… en los que no puedo pensar con claridad, en los que no logro  explicarlo, ni escribir, ni llorar… encuentro en la poesía una puerta  que me conduce a un lugar mejor, lejos del miedo…  hoy leí un poema de Matias Bugallo y  algo en su intensidad, su honestidad y su belleza  me hizo recordar a mi querido   Jaime Sabines… ese  poeta maravilloso que solía leer con pasión en mi juventud temprana… y vino a mí  el recuerdo     esa sensación reconfortante  que solía experimentar al   imaginar  que en el mundo existía  alguien cuyas letras definían algo de mi propio sentir, algo de mi vivir… era increíble el que mis emociones encontraran una  imagen    a través de las palabras de otro -él, el poeta, mi poeta. El tiempo pasó y dejé de leer poesía en igual medida, posiblemente porque me enfoqué en otros géneros de  literatura… tal vez porque no  volví a sentir esa empatía con  poemas de otros… quizá porque algo cambió en mi…

Fue hasta hace poco, cuando comencé a leer  sus  blogs (si amigos, sus blogs), que renació mi amor por la lectura de poemas… hoy las palabras de Mati me trasladaron a esas tardes en la que bajo el cobijo de un árbol me conmovía profundamente con las palabras de Jaime Sabines… de quien no diré más pues deseo que lo conozcan -quienes no saben de él-  a través de sus palabras,  ¿de qué otra forma? …

Si intentara decidir con detalle   qué poemas mostrarles no terminaría pues serían muchos, muchísimos… entonces elegí poner los 3 primeros que recordé  espontáneamente… los tres hermosos, los tres especiales…  los comparto con todos ustedes  con profundo cariño, esperando los hagan vibrar, como a mi.

«NO ES QUE MUERA DE AMOR»

No es que muera de amor, muero de ti.
Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma, de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.

Muero de ti y de mi, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,
en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro
acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire
para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros,
separados del mundo, dichosa, penetrada,
y cierto , interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos
entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre
que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos oscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte ,amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
inconsolable, a gritos,
dentro de mi, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos.

________

«A CABALLO»

A caballo, Tarumba,
hay que montar a caballo
para recorrer este país,
para conocer a tu mujer,
para desear a la que deseas,
para abrir el hoyo de tu muerte,
para levantar tu resurrección.
A caballo tus ojos,
el salmo de tus ojos,
el sueño de tus piernas cansadas.
A caballo en el territorio de la malaria,
tiempo enfermo,
hembra caliente,
risa a gotas.
A donde llegan noticias de vírgenes,
periódicos con santos,
y telegramas de corazones deportivos como una
bandera.
A caballo, Tarumba, sobre el río,
sobre la laja de agua, la vigilia,
la hoja frágil del sueño
(cuando tus manos se despiertan con nalgas),
y el vidrio de la muerte en el que miras
tu corazón pequeño.
A caballo, Tarumba,
hasta el vertedero del sol.

____________

«NO ES NADA DE TU CUERPO»

No es nada de tu cuerpo
ni tu piel, ni tus ojos, ni tu vientre,
ni ese lugar secreto que los dos conocemos,
fosa de nuestra muerte, final de nuestro entierro.
No es tu boca -tu boca
que es igual que tu sexo-,
ni la reunión exacta de tus pechos,
ni tu espalda dulcísima y suave,
ni tu ombligo en que bebo.
Ni son tus muslos duros como el día,
ni tus rodillas de marfil al fuego,
ni tus pies diminutos y sangrantes,
ni tu olor, ni tu pelo.
No es tu mirada -¿qué es una mirada?-
triste luz descarriada, paz sin dueño,
ni el álbum de tu oído, ni tus voces,
ni las ojeras que te deja el sueño.
Ni es tu lengua de víbora tampoco,
flecha de avispas en el aire ciego,
ni la humedad caliente de tu asfixia
que sostiene tu beso.
No es nada de tu cuerpo,
ni una brizna, ni un pétalo,
ni una gota, ni un grano, ni un momento.

Es sólo este lugar donde estuviste,
estos mis brazos tercos.

__________

Y  «LOS AMOROSOS»…   uno de sus más especiales  poemas, en su propia voz.

Te extraño, Jaime.

Poesía y dolor…

Título de la obra:  "Broten... Broten..." (Tinta china sobre papel)  Artista: Fernando Cabral

Título de la obra: «Broten… Broten…» (Tinta china sobre papel)
Artista: Fernando Cabral

Hace unos días vi una película que trata sobre la vida de la poeta estadounidense Sylvia Plath (1932-1963).  El filme no me gustó tanto pero ciertamente condujo mi atención hacia su obra        -debo admitir que no la conocía- Inmediatamente me puse a investigar más sobre la vida de la escritora y me entristeció  percibir tanto sufrimiento a lo largo de su existencia… ese arduo camino sin fin en el que no lograba encontrarse a sí misma ni estar satisfecha con lo que hacía, a pesar de su indiscutible talento. No es difícil darse cuenta  que Silvia sufría de fuertes depresiones, que posiblemente se le fueron detonando a raíz  de la muerte de su padre -cuando ella tenía apenas 8 años de edad-.

Su matrimonio con el también poeta Ted Hughes la llevó por duros alti-bajos, me parece que por el celo profesional hacia su marido y  por la desconfianza que le tenía sobre posibles infidelidades… finalmente él la dejó por otra mujer y ahí comenzó una etapa en la que Sylvia plasmó con más facilidad su desesperación y sufrimiento en poemas tremendos…  Su profunda inestabilidad emocional la llevó al suicidio, dejando a sus dos hijos pequeños.

Seguramente su etapa más «productiva» como escritora se desarrolló en sus peores momentos emocionales…  y entonces, me pregunto: ¿valió la pena? ¿sus terribles depresiones fueron el precio que tuvo que pagar para realizar su obra? y pienso con aflicción  en   Edgar Allan Poe, Van Gogh, en los «poetas malditos», en aquellos de la maldición  del «Club de los 27» y tantos y tantos escritores, artistas, músicos  que crearon grandes obras pero que   tuvieron vidas realmente tormentosas… ¿valió la pena?  Si fuera posible habrían preferido  llevar una vida «normal» sin depresiones inacabables pero éxito ni  obras para la posteridad? ¿Acaso  los grandes  creadores están ligados a vidas o constantes experiencias borrascosas? me niego a creerlo…

Y llevando el tema  a mi propia realidad… si creo que en mis momentos «de tormenta»   he escrito líneas muy buenas (al menos para mi), pero  no pienso  que sean lo mejor de lo que he hecho…  Mis poemas, cuentos, etc. que han fluido bajo una gran inspiración han surgido después de experiencias naturales, lindas, intensas, emocionantes, de sensibilidad serena, de aprendizaje… El sufrimiento puede ser  una fuente de poder literario pero ojalá no fuera así… ojalá no se tuviera que vivir en estado adolorido para producir lo mejor de uno  mismo… que hermoso que   la mejor creatividad naciera sólo de la dicha y no de la desolación…  pero lamentablemente no hay nada escrito en cuando a «creatividad» se refiere…  y sin embargo me abrazo a la convicción de que no necesariamente se tiene que vivir en agonía  para  realizar algo hermoso y profundo…  Y si el precio de escribir fuera el dolor, yo preferiría el goce , la felicidad, la vida, aunque mi pluma se quedara sin tinta… Pero sé, agradecidamente sé,  que mi inspiración viene de la luminosidad   no de la obscuridad…y mi bolígrafo está lleno.

 ¿Ustedes qué piensan?  ¿cómo afectan sus emociones y estados de animo  su proceso creativo?