No es él, no es aquél, pero tampoco tú.
Son mis ojos, que todo lo miran, todo lo descubren,
todo lo convierten en belleza
recorren el mundo cazando arte
hambrientos, siempre, insatisfechos.
No es este lugar, ni aquél donde nací, ni ese que me espera.
Son estas alas que pesan en reposo
que sólo saben abrirse, extenderse, agitarse
lo único que saben es volar, volar sin descanso.
No es tu río, tu lluvia, tu tormenta.
Es mi mar y su oleaje
su corriente me atrapa
me lleva hacia aguas profundas
me sumerjo, ahí respiro.
No eres tú, no eres tú, mi cielo
por más que quiera, aunque te quiera.
Es esta búsqueda, esta ansiedad, esta locura
es la pregunta que se esconde debajo de la almohada
es esta sed, necesidad, es esta euforia
son estas ganas de correr
son estas ganas de gritar.
Soy yo, mi amor. Sólo yo.
El yo que conociste
el yo que te dejó.
Soy ese yo contigo
y este yo que soy sin ti.