«No quiero ser tu medicina», dijo Roberto después de un largo diálogo sobre su cuestionable futuro juntos
Al caer la noche Emma escribió:
«Comprendo que deseas que no dependa de nadie para estar bien, sólo de mi misma. Entiendo también que por considerarme fuerte e independiente no me chiqueas ni te sensibilizan mis caídas al abismo. Sé que quieres que recoja mis pedazos rotos y me levante sin ayuda. Asimilo que ésta es tu extraña manera de cuidarme. Yo no quería que fueras mi medicina, no lo eres. Sé que puedo hacerlo por mi misma y lo estoy haciendo… así que me voy a donde no caiga en la tentación de tomar un poco de tu fuerza»
Años más tarde, estando sus alas sanando y a punto de vuelo, apareció Franz y le dijo «quiero ser tu medicina «. Entonces Emma voló hacia él y se cobijó en el abrazo cálido donde sintió un profundo deseo de permanecer ahí indefinidamente.